En Barco: 6,6 km – 57 min
En Tram: 53,9 km – 2 h 57 min
A pié: 7,3 km – 1 h 35 min

Amsterdam

No hace un gran día, amenaza lluvia. Así que hoy recorrido cubierto por Amsterdam. Primero vamos a la estación central (1,9 Kms) y allí, con un bono de 10 viajes decidimos recorrer la ciudad en tranvía por la mañana y en barco (no incluído) por la tarde. Estudiamos los recorridos y primero vamos hacia el sur, hasta el final. En el barrio de Amstelveen. De vuelta paramos en  Weteringschans  (17.4kms). Alli cogemos otro y hasta el final hacia el Oeste. Paralelos al Willemspark hasta el barrio de DeAker, en el quinto pino y vuelta a Weteringschans (16,1 Kms.). Por ultimo vamos hacia el noreste, hasta Amsterdam Ijburg, por los muelles y algún tunel (8,9 Kms). De ahí a la estación central (8 kms) y de ahí al hotel (1,9 Kms). Total 54 kms aprox. por la superficie. Eso nos da una buena idea general de la ciudad.

 

Sigue el mal tiempo así que, después de comer en el apartamento las mejores patatas fritas que he probado en mi vida, en una friteria vegana y por tanto hechas con aceite vegetal, decidimos recorrer de nuevo la ciudad pero esta vez por los canales. Cogemos un barco junto a la casa de Anna Frank de 1 hora (2,4 kms), y la verdad es que no está mal.
Lleva audioguía y nos va indicando la historia casas por las que vamos pasando y curiosidades de la ciudad. Nosotros nos bajamos otra audioguia en el movil que va por Gps y escuchamos más datos. Porqué son tan estrechas y tan altas, el número de bicicletas que se supone que hay sumergidas en los canales y en la superficie. Interesante. Al ir por los canales podemos ver infinidad de barcos vivienda junto a sus orillas. Muchos con pinta de ser fijas e inamovibles. Algunas son auténticas monadas pero la humedad y quizás el olor debe de ser importante.

 

La lluvia y el viento arrecian. Buena elección para hoy (la alternativa son museos). Al llegar al muelle principal vemos luna de las partes modernas de la ciudad, con edificios que nada tiene que ver con la parte antigua. Aquí hay rascacielos, y en uno de ellos hay una atracción de la he oído hablar. Un columpio de 6-8 personas en la parte superior que se balancea hacia el vacío. Desde abajo se ve los pies de las personas cuando cuelgas sobre el vacío. Para gente sin vértigo, así que descartado.
La vuelta al apartamento, en el mercado de flores, desde la casa de Anna Frank, ya es es territorio conocido. Amsterdam es una ciudad para pasear y el atardecer por los canales da para muchas fotografías.

Hay gente que dirá que es para ir en bicicleta. Ni de coña. Ir en bici por Amsterdam es una locura para aquel que no la coja habitualmente por ciudad y la domine como la dominan ellos. Es como meterse con un 600 en una autopista donde la gente va a 150 Km/h. Te asustan, te agobian, o quizás deba hablar en primera persona, me asustan y me agobian. Y eso que uso la moto para trabajar en Barcelona. He visto pasar una bici entre mi tranvía y un coche como si nada y ninguno de los dos ha aflojado lo más mínimo.
Cena en Italiano. Restaurante Il Primo. No nos fiamos nada de la comida holandesa. Allí asistimos a una entrada poco hábil en garage de un coche  rascando por todas partes, para jolgorio de los camareros y asombro del personal y vuelta caminando hasta el apartamento. de nuevo una delicia pasear por Amsterdam en verano por la noche. Eso si, solo no estás, pero aun así tiene algo especial.

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