4,2 kms – 50 min. caminando (azul claro)
5,6 kms – 22 min en bus (azul oscuro)

Hoy campeonatos.Despertarse en un apartamento con 5 personas tiene su qué. Unos que madrugan más (yo soy de estos) y despiertan a los demás. Colas para él lavabo, conversaciones cruzadas y desayuno animado.

Vamos en coche. Hay dos aparcamientos grandes. Aprovecho para bajar una app para comprar un bono de 10 viajes. Él 11 es él que nos deja mas cerca. Unas 140 krs, unos 20€, si no costarían 200 krs. Él cálculo viene a ser dividir las coronas por 7.

En el estadio sigue la tónica de lluvia, sol y viento. Veo y fotografío algunas eliminatorias de 100 mts.

​En muchos campeonatos hay restaurantes, donde los atletas desayunan y comen a buen precio, esperando sus pruebas o al terminarlas. Suele haber menús y comida sana.

Aquí tenemos hamburguesas, pastas y salchichas. Y cafés y cervezas, repartidos en dos chiringuitos, inteligentemente repartidos, donde, en uno compras la comida, y la pagas, y en él otro la bebida, y la vuelves a pagar.

No suelo, pero tengo hambre y me compro una “salchicha danesa”, que está buenísima y una cerveza. Menú de atleta. Me cuesta acabarla y luego voy a hacer fotos de las pruebas.

Los campeonatos de Aire Libre son un poco más caóticos que los indoor. Las competiciones se reparten en 15 días y cada uno va a lo suyo. Es difícil hacer equipo. La gente va más en grupitos.

Aún así se comparte información y nos informan de un buffet sobre la estación del tren donde se come bien y barato, cosa difícil de creer.

De vuelta a la ciudad se completa el grupo con más atletas y se dan un atracón en él buffet. Después a descubrir la ciudad básicamente recorriendo la isla peatonal.

Entramos en un varias tiendas, comparando precios y reconociendo el terreno. Yo compro té otros miran ropa deportiva. El grupo se va separando y juntando entre la marabunta de gente.

Llegamos hasta el canal y un poco más allá hasta la Catedral, cerrada.

Junto a la Catedral, frente a una plaza está el teatro. Luego por unas calles estrechas con casas interesantes pasamos por la estación de autobuses y llegamos a la del tren y de ahí a casa.

Cuando llegamos a una ciudad o sitio nuevo vemos elaborando un mapa mental que vamos completando durante el tiempo que estrenos en ella. Es típica la frase “ahora que sé donde está todo tengo que marchar”. Y es así. El mapa es tanto más completo cuanto más hayas recorrido la ciudad. Pero cuando ya has estado, ese mapa primigenio no está en blanco y a medida que la vas recorriendo se van activado zonas y recuerdos en tu cerebro.

Y es lo que me pasa aquí. Estuvimos en Aarhus hace 13 años y al pasear, poco a poco recuerdas la catedral, la plaza, el canal… Hay recuerdos ilocalizados, que aparecerán de golpe, y zonas nuevas o que han cambiado completamente. Y Aarhus a cambiado, y mucho.

Cenamos todos en casa. Hemos traído comida que hay que acabar.

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