Gante – Brujas – Gante
 
39,8 km en tren (25 min) – 10,0 km a pié (3h 13 min) – 2,2 km en tranvía (10 min)
 
Temprano cogemos el tranvía a Gent-Sint-Pieters, la principal y preciosa estación de Gante, construida en 1913.

El tren tarda unos 25′ y  te deja en las afueras de Brujas, junto a un parque, el Koning Albert I Park. Atravesándolo llegas a la calle Zuidzandstraat, que nos llevará al centro de Brujas. Hace unos años estuve en Lybeer Hostel Bruges es esta misma calle. Barato, no muy cómodo pero suficiente si te alojas en hostels, y con una ubicación ideal

Brujas, (Brugge, puente) como buena parte de Bélgica, es un parque temático del siglo XVII, Sin duda es la ciudad más representativa, mejor conservada y llena de turistas como nosotros. La cercanía a Gante, nuestra base de operaciones, permite una excursión de un día. Suficiente ya que hay un par de trenes cada hora.

En nuestro camino nos encontramos con la catedral de San Salvador y desembocamos, pasando junto a varias casas de chocolate, en la plaza del mercado o Grote Markt. El corazón de Brujas.

A partir de ahí, es cuestión de ir haciendo excursiones por todas las calles que parten de ella para ver los diferentes puntos turísticos de la ciudad.

Se puede comenzar subiendo al campanario medieval de brujas o Belfort Brugge. Depende del tiempo y la paciencia que se tenga, porque puede haber una cola de dos horas tranquilamente, así que, si se quiere subir, a de ser lo primero que hagamos, bien temprano, que habrá menos cola. Hay buenas vistas pero una odiosa malla de tela metálica que impide sacar buenas fotos.

Frente al campanario tenemos una serie de casas, cada una de un color, que están actualmente ocupadas por restaurantes, para los turistas pudientes que quieren “comer con vistas” en el centro de la ciudad

También los más pudientes se puede dar un paseo en coche de caballos por la ciudad. El resto, pues a pata. Se puede recorrer la ciudad en unas 3 horas sin entrar en los monumentos y museos.

Si alguien quiere conocer brujas a fondo puede hacer lo que nosotros. Buscar una cafetería / pastelería que tuviera croisants. Un capricho. Más de una hora buscando. Resultado: en Bélgica lo típico son los gofres pero nos sirvió para un conocimiento detallado de todo el centro, sobre todo de sus cafeterías.

Buscando, buscando nos encontramos otro de los puntos más conocidos de Brujas. El Muelle del Rosario.

El resto es pasear, pasear y pasear por callejuelas, canales y puentes.  Los cisnes de los canales desde el puente de junto a la casa Sashuis, Darse un paseo en barca. Chafardear en las mil chocolaterías de la ciudad y probar el maravilloso chocolate belga. Visitar el Beguinaje de Brujas  o monasterio de las viñas, precioso, o la basílica de la santa sangre, muy cerca de la plaza del mercado o la iglesia de nuestra señora,

Después de comer vamos a plaza del mercado y de allí a través de la plaza Juan van Eyck, en el barrio de la Hansa, la liga Hanseática, dirigimos a la parte menos turística de Brujas pero no menos preciosa. El Burg Quarter y el Sint Gillis Quarter siguiendo uno de los canales de la ciudad, donde viven, alejados de la locura turistica del centro, parte de los habitantes de Brujas.

Encontramos las dos únicas casas de madera que quedan en Brujas, el resto se quemaron y la ciudad se reconstruyó en piedra (se prohibió construir en madera a partir del siglo XVII). Cae la tarde y es una gozada el paseo. Sin monumentos, solo la tranquilidad de los canales.

Para rematar, Brujas nos regala un larga tarde con un precioso sol de tormenta y terminamos la visita, agotados, saliendo por el Minewaterpark, camino de la estación del tren

Media hora de tren y llegamos agotados a Gante. Cogemos el tranvía al centro donde nos reciben los bailarines de la casa gremial de los albañiles del siglo XVI y el Belfort. Pasamos delante del Dulle Griet, siempre animado y terminamos en un restaurante de la Vrijdagmarkt o Plaza del Viernes, probando una de mejillones con frites, típico de aquí.

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